Por las ramas Manuel Sáez en el botanico de Valencia 16-6-2017 salidas culturales del centro de salud fuente san luis. fotos toni camarena "youani"



















1 comentario:

Periko dijo...

Fue una bonita visita y un lujo que el propio artista Manuel Sáez nos nostrara su obra y sus pretensiones, medio,técnica y cómo él mismo llegaba al objeto artístico sus cuadros.

En esta exposición la técnica era la acuarela pero alejándose de lo habitual, como suele hacer en todo su proceso creativo.
Cada obra contenía una retícula de líneas ortogonales de color tirando a saturado. En todas las obras presentadas esta retícula actuaba como una red,una cama, un lugar estable donde sus objetos quedarán recogidos sustentados hacia el observador.
Tan solo en unas pocas pinturas el motivo se sujetaba y quedaba erguido sin utilizar esta retícula.
En cada una de las redes nos presentaba un objeto siempre perteneciente al botánico. Desde algunas herramientas humildes para sembrar o cavar, hasta objetos sólamente observables con un microscopio electrónico que también pertenece al mismo botánico. Todos dibujados con la misma técnica de líneas de acuarela trazadas sin pincel, uniformes, rectilíneas y a veces más intensas y coloridas que el fondo.
Parece que Sáez no representa lo que ve. Si que observa lo que quiere llevar al cuadro, pero luego imagina y transforma separando su obra de un retrato, de cualquier representación.
Lo que parece más importarle más es el resultado, su propio cuadro, su objeto artístico que tanto se acerca al objeto observado como huye para formar otra realidad. Una realidad de acuarela, color y geometrías nada convencionales que además titula con absoluta libertad. Así deja su observación inicial en un plano que viendo sus cuadros no te acercan necesariamente a su experiencia de observación, sino que te sitúa directamente ante su creación, sin pistas sobre su inspiración o el inicio de la gestación de esta colección.
Si pudimos ver algo que nos situaba totalmente en el jardín botánico de Valencia donde está la exposición, y es que Manuel Sáez vive en el botánico, lo respira y tiene su lugar entre las plantas que también viven en él, porque en su trabajo se respira polen,aire tamizado por las hojas y haciéndonos dejado ante sus objetos, olemos a verde y vemos nervios de hojas y estructuras de cortezas de árboles.
Un placer y una experiencia verle hablar entusiasmado sobre lo que estaba en esa sala colgado, un botánico transformado, un pensamiento, quizá un aroma de acuarela en líneas y colores, resinas y sabias de árboles exóticos.